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Los acuerdos para el éxito

Actualizado: 14 ene 2021

Todos los libros que leemos, de alguna manera, nos tiene que dejar algo. Ya sea para entretenimiento, crecimiento personal o para mantenernos informados. En este blog me voy a centrar en el libro de “Los 4 acuerdos” de don Miguel Ruíz.



Por: Luisa Laguardia


En este libro, el autor, nos muestra cuatro acuerdos que utilizaba la civilización Tolteca para llevar una vida en sociedad tranquila y pacífica. No quiero que este blog tenga spoilers así que solo hablaré de cómo podemos aplicar estos acuerdos que son:

  1. Se impecable con tus palabras

  2. No te tomes nada personal

  3. No hagas suposiciones

  4. Haz siempre lo mejor puedas

Este libro en específico nos muestra la importancia de poner atención y precaución en las cosas más cotidianas de la vida como hablar. Porque resulta que, nuestras palabras, crean acuerdos, tanto en nosotros mismos como en las otras personas y que estos acuerdos pueden ser positivos o negativos.


No sé si ustedes creen o no en la ley de atracción, pero yo, en lo personal, relaciono nuestros acuerdos y lo que construimos en nuestra vida con ella. Ya que, cuando nosotros nos decimos palabras destructivas como que feo, tonto, inútil, y cualquier otra cosa que atente directamente a nuestra autoestima es lo que consciente o inconscientemente nos mantiene estancados o nos ayuda a avanzar. Lo impresionante de los acuerdos que nosotros tenemos y con los que nos desarrollamos, es que estos se fueron creando a partir de una palabra que nos dijo una persona o nosotros mismos.


Decir lo que queremos decir, ni más ni menos, nos ahorrará problemas en todos los aspectos de nuestras vidas. Cuántas veces nos ha pasado que al estar enojados le decimos a la otra persona cosas que, si bien a veces creemos, no las expresamos de la forma correcta y nos terminamos arrepintiendo por las consecuencias de esas palabras.


Saber hablar y comunicar va mucho más allá de solo decir palabras al aire, independientemente tenga valor o no. Para expresarnos de forma correcta debemos cuidar:


● Nuestras palabras

● Nuestro tono (recuerda no es solo lo que dices sino es cómo lo dices)

● Nuestros gestos faciales y corporales

● Nuestro contacto visual

● La fluidez


Estos puntos los debemos de identificar y empezar a practicar todos los días y en todo momento hasta que se vuelva algo totalmente automático en nuestro diario actuar. Recuerda que debemos dominar nuestras palabras ya que estas traen consecuencias y guían nuestra vida, en lugar de ser esclavos de ellas y sus repercusiones.


El segundo acuerdo de no tomarse nada personal, para mi, quizá es el más difícil. ¿Cómo no te vas a tomar personal algo que te están diciendo a ti? cómo vas a creerte bueno en matemáticas si tu mamá en algún momento de tu crecimiento te dijo que te costaban y tu creaste ese acuerdo y te creíste malo en matemáticas y, posteriormente, tú lo fuiste reforzando hasta que... fuiste malo en matemática. O cómo no creer que eres una pareja tóxica si tu primer novio/a te dijo que estabas loco/a y que eres esto y aquello y luego lo volviste a reforzar hasta que te lo creíste y ahora es parte de tu personalidad.


En este momento es cuándo debes decidir con qué acuerdos te quieres quedar, cuáles quieres que sigan en tu carpeta de acuerdos y cuáles deseas sacar del archivo. Recuerda que ahora que eres consciente de esto debes decidir si lo que te dice una persona o tú mismo te afecta o no. Tú decides, tú eres el único responsable de cuidarte mentalmente y de validar lo que otros piensan de ti y convertirlo en algo tuyo.


Tú le das el poder a alguien de hacerte daño o no y sobretodo tú eres el único encargado de decidir qué haces un acuerdo y cuál no.


El tercer acuerdo es no hagas suposiciones y es que es imposible ir diciendo cada acuerdo sin pensar en ejemplos para cada uno cómo… ¿Cuántas veces no he sufrido por una suposición que yo mismo me creé? Esto pasa desde que creí que me iría mal en un examen y al final me fue bien pero pasé una semana con dolor de cabeza, con el ojo tembloroso, gastritis y demás solo por una posibilidad o que mi pareja no me contesta y supongo que de seguro está enojado y paso horas pensando, en lo que se vuelve a comunicar, en qué hice mal o qué le pudo haber molestado y resulta que se había quedado sin carga y tantos otros ejemplos más que se nos pueden ocurrir y ahora estar riéndonos de cómo nuestra mente a veces nos pasa una mala jugada.


No hacer suposiciones nos cuesta porque las suposiciones son atajos predeterminados que tiene nuestra mente para prepararnos para cualquier situación de estrés que podamos vivir. Como es algo totalmente natural y automático controlar hacer suposiciones es complicado, pero no imposible. Es como cuando alguien, sin conocerlo y solo por vista, nos cae mal y esos prejuicios que tenemos. Bueno esa ya es una suposición.


Debemos de aprender a no ahogarnos en un vaso de agua, a no preocuparnos por experiencias de otros y llegar sugestionados a ese momento o con esa persona. Porque alguien haya vivido algo o porque tuvimos una experiencia similar o un antecedente negativo no quiere decir que ahora vaya a ser igual. Así que tenemos que aprender a esperar vivir la propia experiencia y no morir en la víspera.


Y finalmente, pero no menos importante, hacer siempre lo mejor que podamos. Este acuerdo te ayuda a que nadie te pueda reprochar tu esfuerzo. El esfuerzo no siempre es directamente proporcional a nuestros resultados. Sin embargo, si a la satisfacción que tenemos como personas de, independientemente de haber logrado o no lo que teníamos en mente, de haber dado lo mejor que pudimos y eso ya es ganancia.


El esfuerzo siempre, de una u otra forma, te da satisfacción. Porque te da tranquilidad, paz y serenidad y, a largo plazo, te da felicidad. Estos cuatro acuerdos te ayudarán a alcanzar el éxito, independientemente, cuál sea tu percepción sobre él.


Tener mejores hábitos conlleva muchos cambios que debes de ir haciendo e implementando paulatinamente para que sean duraderos. Si bien, los cambios dependen de ti, tiene mucho que ver tu círculo de cuidado. Qué son esas personas con las que te juntas y que te acompañarán en tu camino hacia conseguir tus metas. Busca que estas personas te sumen, te reten a ser mejor, te inspiren y te motiven y no todo lo contrario. Si tienes algún “amigo” o familiar que no quieras en tu círculo de cuidado pero que, por alguna razón, no te puedes alejar de esa persona completamente, no lo hagas, pero si ponle límites del tipo que necesiten para llevar una relación lo más sana posible y te deje de afectar en tu desarrollo personal.


En resumen, aplicar estos acuerdos en nuestra vida diaria, crear nuevos que nos ayuden a crecer y evolucionar y usar el poder que ahora ya sabes que tienes para ayudar a formar a otras personas te ayudará a llevar una vida feliz, tranquila y equilibrada.


¡Espero de corazón que este blog te ayude para mejorar y avanzar!

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